domingo, 6 de mayo de 2007

Los tres dones

"Cierta vez, en la ciudad de Bichár vivió un bondadoso príncipe a quien todos sus súbditos amaban y honraban.
Pero había un hombre excesivamente pobre, que estaba amargado contra el príncipe y no paraba de utilizar una lengua pestilente para denigrarlo. El príncipe lo sabía, pero era paciente. Finalmente, empero, lo reconsideró, y una noche de invierno llegó a la puerta del hombre un servidor del príncipe, llevando un saco de harina de trigo, un paquete de jabón y un poco de azúcar.
- El príncipe te envía estos presentes como recuerdo - explicó el sirviente.
El hombre se regocijó, pues pensó que los regalos eran un homenaje del príncipe. Y en su orgullo fue en busca del obispo y le contó lo que había hecho el príncipe, diciendo:
- ¿No veis como el príncipe desea mi amistad?
Pero el obispo respondió:
- ¡Oh, que sabio es el príncipe, y qué poco lo que tú comprendes! El habla con símbolos. La harina es para tu estómago vacío: el jabón, para tu sucio pellejo, y el azúcar para endulzar tu lengua amarga.
A partir de ese día, el hombre se avergonzó incluso de sí mismo. Su odio hacia el príncipe se hizo mayor que nunca, y odió más aún al obispo que le había revelado al príncipe.
Pero, de ahí en adelante, permaneció en silencio"


Gibran Khalil Gibran.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias. Es un realto hermoso y me sirvió para darlo a kis alumnos para su análisis en una prueba.

. dijo...

Hola, gracias por el relato, me servirá para mis clases.
Me gustaría conocerte. Mi correo es angelestial@gmail.com